Bailar está de moda
¿Quién no ha bailado alguna vez en su vida? Me atrevería a decir que casi todas las personas han bailado o al menos han movido alguna parte de su cuerpo al ritmo de la música en algún momento de su vida. Y es que el baile está arraigado al ser humano desde tiempos ancestrales, vinculado a rituales, creencias, festividades, acontecimientos, emociones.
Está pasión del ser humano por el baile no ha decaído, se siguen creando nuevos estilos, se estudian y practican bailes en academias, asociaciones, centros deportivos, se crean vídeo juegos y apps para bailar; los artistas más influyentes del público joven siguen creando vídeo clips donde el baile es algo fundamental y a través de la redes sociales además de espectadores, nos podemos convertir en bailarines/as protagonistas.
Nadie puede escaparse al baile. Y la oferta es cada vez más amplia y variada hace años solo existían las típicas clases para aprender bailes regionales o danza clásica. Pero hoy podemos encontrar desde hip-hop, claclé, bailes latinos, y destinado a todo tipo de edad.
En relación a la educación obligatoria ,lejos de lo que la gente pueda pensar, la danza está dentro del currículo tanto de educación primaria y secundaria, siempre se asocia la educación física a la práctica de deportes, pero la danza forma parte de él, y por ellos beneficiarnos de sus virtudes como la coordinación, equilibrio, ritmo, etc. Y si hablamos de baile en grupo beneficios tales como: cohesión de grupo, relaciones sociales, etc.
Tanto en la Educación Secundaria como en la Educación Primaria son muchas las propuestas que encontramos en referencia al contenido de la danza y el baile, abordando diferentes enfoques, registros y perspectivas que este contenido puede ofrecernos: desde las danzas más tradicionales propias de un territorio concreto (flamenco, tango, paso doble, country…), hasta los bailes más modernos en reciente y progresiva expansión y difusión: aerobic, break dance, Funky, zumba, batuka…(Ortí, y Balaguer, 2001; Ortiz, 2008; Smith y Pocknell, 2010; Vernetta, Gutiérrez y López-Bedoya, 2003; Vicente, Ureña, Gómez, y Carrillo, 2010; Viciana, y Arteaga, 2004 en Garijo, A. H. 2014).
Si hablamos de academias y asociaciones ya la oferta se dispara a las más diversas modalidades existentes y dependiendo de la región donde te encuentras encontraras con más facilidad aquella relacionadas con bailes regionales como podría ser el flamenco o sevillanas en Andalucía.
Además, gracias a programas televisivos de baile y videoclip de artistas internacionales han proliferado multitud de academias donde podemos encontrar estilos que se centran en los ritmos urbanos como el hip hop, break dance, comercial, twerk, house dance, jazz, contemporáneo, ballet, etc.
Pero sin duda, la que a día de hoy consigue más adeptos en lugares que no son academias, ni centros deportivos son los bailes latinos. Cada día existen más locales de fiestas que orientan su oferta de fiestas y eventos a los aficionados que acuden para tomar clases y bailar. Los estilos que pueden bailar son: salsa lineal y de casino, bachata (social, sensual, tradicional) y kizomba (Angola).Por último, podríamos hablar de la reciente incorporación a la oferta de estilos de bailes como el swing y el lindy hop (Charlestón y Balboa, etc) que están ganando cada día más seguidores.
La oferta es amplia y variada con el fin de intentar llegar a la mayor población posible y lograr que sean personas más activas y alcancen los beneficios que reporta la práctica del baile o danza en todas sus vertientes. Si aún no sabe de qué hablamos, vamos a nombrarte algunos de ellos.
Para comprender aún mejor sobre a que nos referimos cuando hablamos de baile o danza diremos que, danza aeróbica es un término que describe una práctica de actividad física realizada al ritmo que marca una determinada música. Se trata de una serie de rutinas coreografiadas que se combinan con diferentes pasos de baile y otros movimientos de todo el cuerpo, incluyendo caminar, correr y saltar. Una sesión de danza aeróbica puede incluir estiramientos y grandes ejercicios de acondicionamiento muscular para los abdominales, piernas, glúteos y brazos (Blyth, M. & Goslin, B.R., 1985; Garrick, J.G. & Requa, R.K., 1988; Garber, C. E. et al., 1992; Berry, M.J. et al., 1992). Esta forma de ejercicio ha sido y sigue siendo una actividad muy popular (Garrick, J.G. & Requa, R.K., 1988; Rixon, K.P. et al., 2006).
Diferentes autores han investigado los aportes que la danza otorga en beneficio de la salud tanto física como psicológica y sus distintas aplicaciones, que pueden utilizarse como intervención terapéutica, favoreciendo la expresión de emociones, el aumento de la autoestima, la cohesión social y la manifestación de conductas que lleven a las personas a sentirse bien y por lo tanto a un mayor bienestar (Silva, 2013 en Cabrera, A. M. 2015).
Desde el punto de vista del acondicionamiento físico orientado a la salud, la danza aeróbica es una forma de ejercicio que se ajusta a las recomendaciones de práctica que establece el Colegio Americano de Medicina Deportiva (ACSM) (Olson, M.S. et al., 1991; Woodby-Brown, S. et al., 1993).
El ACSM recomienda que para mejorar la resistencia cardiorrespiratoria y controlar el peso corporal, un individuo deba realizar de 20 a 60 minutos de ejercicio aeróbico continuo o intermitente a una intensidad entre el 50 y 85% de la reserva de consumo de oxígeno de 3 a 5 días a la semana. También sugieren que para mejorar la salud, la forma física y el control de peso, el individuo debe alcanzar un gasto energético con la práctica de ejercicio de aproximadamente 300 kcal por día (ACSM, 2006; Pollock, M.L. et al., 1998).
Pero cuando pensamos en bailar, no solamente podemos referirnos al baile como una propuesta social y para realizar en espacios como salas de fiestas y academias. Existen otras propuestas como son las surgidas a finales de los años 90 como son los simuladores de videojuegos de baile. Dentro de esos videojuegos se encuentra “Dance Dance Revolution”, cuyo objetivo es pisar las flechas dispuestas en forma de cruz sobre un tablero. Los resultados mostraron que tras la práctica de DDR, el alumnado mejoró su actividad cognitiva. Además, obtuvieron otros beneficios a nivel fisiológico derivados de su práctica (Manzano, S. S., et al 2017).
Con todos estos beneficios de cualquier expresión de la danza podemos concluir que es una opción muy acertada cuando se trata de mejorar nuestra resistencia cardiorrespiratoria, controlar el peso, mejorar la actividad cognitiva y fisiológica. Además, a través de este tipo de actividades de ocio saludable se fomentan el aumento de autoestima mejora de las relaciones sociales.
¡Decídete ya y ponte a bailar!